Los espartanos no preguntaban cuántos eran los enemigos, sino dónde estaban.
Es fundamental en el control de plagas observar con detenimiento, detenerse a observar, tomarse el tiempo necesario. Hay quien observa a vista de pájaro, con ojos de halcón, por ser un águila o un dron. Y es, a pesar de detener, efectivamente, su vuelo en el aire, que no consigue más datos exactos que los datos exactos.
Porque es en la interpretación de estos datos donde reside la verdad que buscamos, donde damos a esos datos el adjetivo de verdad. La verdad es subjetiva siempre, depende de donde hayamos puesto el objetivo y el negocio.
La realidad, decían los espartanos, es cosa de formas.
Es en el asunto de perder dinero cuando consideramos que algo es plaga.
Hasta ahora la agricultura era un negocio.
Laboreo cero minimiza las plagas.
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