Taxonomía de Bloom

    Cuando estamos perdidos siempre buscamos el norte para orientarnos. No es fácil para los docentes buscar referencias en nuestra labor diaria, pero si queremos ubicarnos, nuestro norte siempre lo podemos encontrar en la taxonomía de Bloom independientemente de la metodología que utilicemos en nuestra práctica educativa.
    En los últimos años hemos hablado mucho de la Taxonomía de Bloom en nuestras formaciones, ligándola con diferentes temáticas como pueden ser el aprendizaje por proyectos, las destrezas del pensamiento, el aprendizaje cooperativo o las inteligencias múltiples. Nos hemos dado cuenta, sin embargo, que nunca hemos tratado la Bloom y su taxonomía individualmente, con la importancia que este tiene.

    Bloom desarrolló una jerarquía de los objetivos educativos que se querían alcanzar con el alumnado, dividiéndolo en tres ámbitos: Ámbito cognitivo, ámbito afectivo y ámbito psicomotor. Es del primer ámbito del que surge la tabla de la taxonomía de Bloom.El equipo de Bloom jerarquizaba el ámbito congnitivo de la siguiente forma:
    Esta no es la forma en la que la taxonomía ha llegado hasta nosotros puesto que en el 2001 sufrió una revisión por parte de Lorin Anderson y David R. Krathwohl antiguos alumnos del propio Bloom. Los cambios que realizaron estos discípulos supuso:
  • Cambiar los sustantivos por verbos.
  • La denominación del primer nivel pasa a ser recordar en vez de conocimiento o conocer.
  • Ampliar el nivel de síntesis relacionándolo con la creación como un concepto más amplio.
  • Cambiar el orden de los dos últimos niveles, anteponiendo el la evaluación a la creación. De esta manera crear supone el pensamiento mayor orden.
   


2 comentarios:

  1. La verdad que esta taxonomía me parece de gran utilidad a la hora de fijar objetivos. Sin duda, me parece relevante conocer cada nivel taxonómico y la aplicación que tiene sobre los contenidos a impartir. Un saludo.

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